Dejar de Fumar

En el mundo de la salud y la medicina, cada experto tiene su propia opinión sobre cuál es el mejor método para dejar de fumar.

Desde los chicles de nicotina hasta los tratamientos con receta para dejar de fumar, existen diversas opciones para las personas que quieren dejarlo. Sin embargo, si realmente existiera una solución definitiva que funcionara para todos, el número de fumadores en el mundo sería una fracción del actual.

Quizás el aspecto más difícil de dejar de fumar es la necesidad constante de encender un cigarrillo cuando la mente se relaja durante las tareas domésticas, o cuando afrontamos la rutina del trabajo.

Es complicado dejar de pensar en el tabaco, especialmente durante los primeros días. Pero se hace más fácil con el paso del tiempo y tarde o temprano, aquellos que van progresando comenzarán a pensar en fumar como algo que solían hacer, en lugar de algo que están intentado evitar.

Estos impulsos urgentes afectan a todas las personas que están intentando dejar de fumar, sin importar el método que hayan elegido para dejarlo; saber manejarlos es fundamental para evitar la tentación.

Y sí, ciertas técnicas psicológicas pueden desempeñar un papel muy importante en esto.

Desterrar fumar en el pasado

Algunos ex fumadores con los que he hablado, me han contado que es de gran ayuda pensar en tu vida de no fumador como el comienzo de un “nuevo tú”; abandonar el tabaco no fue el único cambio positivo que hicieron cuando dejaron de fumar.

Estas personas hicieron un gran esfuerzo en llevar a cabo todas aquellas tareas que tenían pendiente desde hace años, como resolver papeleo administrativo, reparaciones en la casa, e incluso comenzar a ir al gimnasio.

Llevar un seguimiento de todo lo que conseguimos hacer en este nuevo estado de positividad, supone un incentivo para que los que lo están dejando no vuelvan a caer. Gracias a esto, estas personas asocian el fumar con el “viejo yo”, y no fumar con el “nuevo yo”.

Averigüe cuáles son las distracciones que le ayudan.

Estar sentado en el tren o en una sala de espera pueden ser experiencias difíciles para un ex fumador. La mente puede empezar a divagar y la tentación de fumar está muy presente durante los primeros días.

Durante este periodo, el nuevo ex fumador será más consciente que nunca de sus hábitos de distracción. Cada persona tiene sus propios límites. Para algunos, la lectura de un libro es suficiente para no hacerles pensar en encender un cigarrillo. Otros, sin embargo, necesitan algo más complejo para mantenerse distraídos. Esto puede ser hablar con un amigo por teléfono o solucionar un sudoku.

Encontrar estas distracciones es un arma fundamental en el arsenal de la persona que está intentando dejar de fumar. Una vez que encontremos las distracciones que nos funcionan es importante mantenerlas durante esos tiempos de transporte o inactividad, hasta que pasen las primeras semanas.

Evitar la tentación

Llega el momento que muchos ex fumadores temen. El grupo habitual se dirige fuera a fumar un cigarrillo. El nuevo ex fumador debe decidir entre quedarse dentro, o ser social y salir fuera con la gente que está fumando.

La opción más segura para la mayoría sería quedarse dentro; esto reduce drásticamente las posibilidades de que el ex fumador acabe con un cigarrillo entre los labios.

Aunque la alternativa más valiente, para aquellos que se sienten lo suficientemente fuertes, puede proporcionar una alta sensación de poder y autoestima; el ex fumador quien acompaña a sus colegas durante una pausa, pero que satisfactoriamente evita fumar puede sentirse seguro sobre su capacidad de resistir la tentación.

Sin embargo esta opción no es recomendable para aquellos que lo han dejado hace unos pocos días. Pero es un ejercicio de autoconfianza para aquellos que ya han superado la primera fase.

Es la química la que habla 

Cuando una serie de pensamientos acaban generando la tentación de fumar, lo que para el ex fumador ocurre habitualmente durante los periodos de inactividad, puede ser de gran ayuda aislar este pensamiento y analizarlo; son las reacciones químicas que suceden cuando dejamos de fumar (el mono).

Una de las claves para superar esta tentación es la de ser conscientes de que tras un periodo sin fumar, el cuerpo regula sus niveles químicos y esta necesidad desaparece. Esta tentación no es más que el eco del último cigarrillo. Con el tiempo, este eco permanece en silencio.

Para obtener más información sobre cómo dejar de fumar, hable con su médico de cabecera. Además, puede consultar la página web de la Asociación Española Contra el Cáncer.