Los peligros para la salud asociados con el tabaco (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedades del corazón o varios tipo de cáncer, entre otros) es un tema del que ya hemos hablado en profundidad en artículos anteriores.

Hemos hablado con expertos en dejar de fumar sobre las diversas prácticas que las personas pueden adoptar para tener mayores probabilidades de dejar de fumar de manera definitiva, hemos ofrecido diversos consejos psicológicos, y hemos creado una línea del tiempo con los beneficios de una persona que deja de fumar desde horas después de dejarlo hasta pasados más de diez años.

Para algunos, especialmente los fumadores jóvenes o la gente que ha comenzado a fumar recientemente, los riesgos más serios para la salud pueden parecer algo muy distante en el tiempo, y pueden pensar que no necesitan dejarlo ahora mismo; pueden pensar en dejarlo como un propósito para el futuro pero no para hoy.

Pero en realidad, cuanto antes se deje mejor; y cuanto más tiempo se lleve fumando más difícil será de dejarlo.

Además de reducir de manera significativa el riesgo de cáncer y de enfermedades del corazón, existen varios beneficios para la salud menos conocidos que están relacionados con dejar de fumar, y que probablemente se comiencen a notar al poco tiempo de dejarlo.

Con pocos días para llegar a Enero y con mucha gente preparando los propósitos del nuevo año, hemos pensado que sería de ayuda dar a conocer estos beneficios, menos conocidos, de dejar de fumar.

Aumento de los niveles de energía

A pesar de lo que muchos fumadores pueden pensar, fumar no incrementa los niveles de energía. De hecho, puede reducirlos.

Es cierto que la nicotina que se encuentra en los cigarrillos actúa como un estimulante (eleva los niveles de cortisol en el cuerpo si están bajos), por lo que el fumador puede sentir un subidón de energía cuando fuma. Sin embargo, este efecto tiene poca duración, y puede llevar al fumador al límite cuando los niveles de este químico se reducen, lo que significa que sentirá la necesidad de fumar de nuevo.

Fumar, también, reduce la cantidad de oxígeno que es bombeada alrededor del cuerpo lo que puede aumentar la sensación de fatiga.

Dejar de fumar puede ayudar a normalizar los niveles de energía por lo que se vuelven más constantes (lo que reduce las probabilidades de experimentar picos como cuando se fuma), por lo que te sentirás menos cansado y aletargado.

Mejora la circulación

La sangre es vital para el transporte del oxígeno y nutrientes a los músculos y órganos; y fumar puede impactar de manera dramática en la eficacia con la que la sangre circula a través del cuerpo.

Fumar puede causar la acumulación de placas en las arterias (aterosclerosis) lo que estrecha los pasajes por los que circula la sangre. Esto puede impactar de manera negativa en varios aspectos de la salud de una persona. Cuanto más atascadas estén las arterias, más duro tendrá que trabajar el corazón para bombear la sangre alrededor del cuerpo. Esto puede añadir presión al corazón, lo que puede llevar eventualmente a un infarto o derrame cerebral.

Una mala circulación sanguínea puede tener también un impacto negativo en la vida sexual de una persona; y especialmente en el caso de los hombres. El paso normal de la sangre al pene puede verse restringido si las arterias quedan obstruidas, causando disfunción eréctil. Si fumas y comienzas a sentir problemas de erección, uno de los primeros consejos que el médico te dará será el de dejar de fumar.

Además de esto, si la circulación está restringida puede adormecer las terminaciones nerviosas, lo que puede hacer que sea más difícil sentir la estimulación sexual al contacto.

Una vez que dejes de fumar, deberías comenzar a notar ciertos síntomas que reflejan que la circulación está mejorando, como:

  • el ejercicio físico resulta más fácil
  • mejora en la vida sexual en los hombres
  • se reducen las probabilidades de sentir las sensación pinchazos de aguja en brazos y piernas al dormir
  • uñas más fuertes
  • Las heridas sanan más rápido

Reduce el riesgo de envejecimiento prematuro de la piel

Fumar puede causar el envejecimiento prematuro de la piel. El monóxido de carbono en los cigarrillos reduce la cantidad de oxígeno que es bombeada alrededor del cuerpo, incluyendo la piel. Cuando se administra menos oxígeno a la subcapa gruesa de la piel que contiene muchos capilares sanguíneos (dermis), puede volverse amarillenta, arrugada y descolorida.

Fumar también afecta la producción de colágeno, una proteína que se usa para dar estructura a nuestra piel, lo que ayuda a mantener su aspecto sano y juvenil.

Por desgracia dejar de fumar no revertirá el daño causado por el tabaco en la piel, pero dejar fumar ayuda a ralentizar el deterioro de la piel.

Si dejas de fumar y cuidas tu piel es posible que en tan solo unas pocas semanas notes una diferencia en la calidad y aspecto de tu piel.

Mejora el sentido del gusto y olfato

Fumar adormece los sentidos del gusto y del olfato. Aunque la pérdida de estos sentidos podría no impactar de manera directa en tu salud física, puede significar que disfrutarás menos de la comida.

En algunos casos, esto puede provocar que añadas más sal a la comida para ser capaz de saborearla (y comer mucha sal puede tener un impacto considerable en tu salud)

No ser capaz de percibir los olores puede hacer que no apreciemos ciertas experiencias como caminar por la naturaleza o ir a un spa.

Cuando dejas de fumar, estos sentidos vuelven a su normalidad bastante rápido. Saborear mejor los alimentos, combinado con una mejor percepción de los aromas y olores puede ayudar a los fumadores durante las primeras y duras semanas de dejarlo.

Dormir mejor

Varios estudios científicos han relacionado el tabaco con la mala calidad del sueño.

Los fumadores tienen más probabilidades de desarrollar apnea del sueño e insomnio.

El efecto estimulante de la nicotina puede causar que lo fumadores tengan dificultades para conciliar el sueño, especialmente si se fuma justo antes de acostarse.

Los fumadores pueden también experimentar el síndrome de abstinencia durante la noche, lo que puede interrumpir el sueño.

Cuando se deja de fumar algunas personas pueden experimentar una interrupción del sueño, pero es muy probable que esto deje de suceder en poco tiempo, llevando a un mejor sueño.

Dormir las suficientes horas es crucial por diferentes motivos, incluyendo un mejor funcionamiento del sistema inmunológico, mejor estado de ánimo, reducción del riesgo de desarrollar enfermedades crónicas y un mayor sentido de alerta.