En la mayoría de los casos, sí.

De hecho, la actividad física es crucial para reducir la presión arterial en las personas con hipertensión.

El ejercicio físico puede ser realizado en diferentes grados de intensidad, y algunas personas - particularmente aquellas con hipertensión - podrían necesitar proceder con precaución cuando se embarcan en un programa de actividad física. 

Ejercicio físico y presión arterial: ¿cómo están relacionados?

En resumen, la presión arterial es un indicador de con cuánta fuerza necesita latir el corazón para mover la sangre alrededor del cuerpo. La lectura de la presión arterial se da en dos números: sistólica (la presión durante un latido del corazón) sobre la diastólica (la presión entre latidos). Dos lecturas consecutivas superiores a 140/90 se clasifica como presión arterial alta, y esta persona tiene un mayor riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.

A menudo, el sedentarismo es uno de lo factores que contribuye al desarrollo de la hipertensión. Por lo que cuando se trata la hipertensión, el médico puede recomendar incrementar los niveles de actividad física de una persona.

El corazón es un músculo, y el ejercicio aeróbico ayuda a mantenerlo saludable y funcionando con normalidad. Cuando se realiza ejercicio, el corazón late más rápido y con más fuerza; y cuando para, el latido del corazón vuelve a su ritmo normal. Con el tiempo, si una persona con hipertensión continúa ejercitándose regularmente, su ritmo cardíaco en descanso (cuando no está activo) descenderá gradualmente, porque su corazón se volverá más fuerte y eficiente a la hora de bombear sangre. Esto significa que no tendrá que ejercer tanta fuerza al latir, y la presión arterial se reducirá.

¿Hay algún ejercicio mejor que otro para la presión arterial?

Debido a que algunos ejercicios físicos pueden aumentar la presión arterial, es importante que la gente con hipertensión se concentre en aquellas actividades que pueden ayudarles.

El ejercicio aeróbico moderado (o cardiovascular)  incluyendo actividades como correr, nadar y bailar puede ser de ayuda.

Caminar ligero también entra en esta categoría, y es una actividad física útil para las personas con hipertensión (que actualmente no son lo suficientemente activas) para empezar con una actividad más fuerte. Caminar no requiere apuntarse a ningún gimnasio ni ningún equipamiento específico, aparte de un par de buenas zapatillas. Caminar de manera ligera hace funcionar el corazón y los pulmones, y es beneficioso para la presión arterial y la circulación; además al ser un ejercicio en el que se soporta el propio peso, también ayuda a la salud de los músculos y los huesos.

Algunos ejericio, no son beneficiosos (o seguros) para las personas con hipertensión.

Levantar mucho peso o realizar sprints son algunos ejemplos.

Este tipo de ejercicios elevan rápidamente la presión arterial y ponen una presión excesiva sobre nuestro corazón y vasos sanguíneos.

Una persona que tiene hipertensión y quiere incorporar ejercicio de fuerza en su rutina puede hacerlo realizando repeticiones simples con pesos ligeros (por ejemplo con mancuernas de 1 o 2 kg) pero debe evitar usar mucho peso, al menos hasta que la presión arterial esté bajo control.

¿Cuándo el ejercicio puede no ser seguro para una persona con hipertensión?

El corazón necesita latir más fuerte durante la actividad física, para llevar sangre y oxígeno a los músculos que están trabajando. Por lo tanto, el ejercicio puede incrementar temporalmente la presión arterial y el ritmo cardíaco, por esta razón las personas con hipertensión tienen que tener cuidado con el ejercicio que realizan.

Aquellas personas que quieren reducir su presión arterial a través del ejercicio deben hablar con su médico, para asegurarse que las actividades que quieren realizar son adecuadas. En algunos casos, el médico puede optar por prescribir un tratamiento para intentar controlar la presión arterial antes de recomendar un programa de ejercicio físico.

Cada persona es diferente, pero algunas recomendaciones generales son:

  • Entre 140/90 y 179/99 debería ser seguro incrementar los niveles de actividad por sí mismo.
  • Entre 180/100 y 199/109 debería consultar antes con su médico.
  • Sobre 200/110 no debería comenzar ninguna actividad nueva, y debería buscar consejo médico.

¿Cuánto ejercicio debería hacer una persona con hipertensión?

150 minutos a la semana de ejercicio físico moderado es buen comienzo para bajar la presión arterial

Por lo que una persona que camina de manera ligera media hora al día, los cincos días de la semana supondría un buen comienzo. Con el tiempo se podría incrementar a una hora andando y más tarde sustituir parte del tiempo por correr despacio.

Si estás realizando ejercicio con un compañero, puede ayudarte a determinar el nivel de intensidad mediante el “test del habla”, y viceversa. Una persona realizando ejercicio de intensidad moderada debe ser capaz de mantener una conversación (mientras que una persona realizando ejercicio vigoroso no podría).