La cantidad de tiempo que pasamos usando tecnología e interactuando con las pantallas, tanto por trabajo como por placer, está incrementando. Los ordenadores son una parte esencial de gran parte de la población Española. Muchas personas usan dispositivos con pantalla digital como ordenadores, portátiles, smartphones, televisiones o e-readers por más de seis horas al día.
Pasar horas delante de las pantallas digitales bien iluminadas es un fenómeno bastante reciente y, como tal, deja lugar a especulaciones sobre lo que podría estar haciendo para nuestros ojos y para nuestra salud en general.
En este artículo queremos ver los posibles efectos en la salud de pasar demasiado tiempo mirando una pantallas y si deberíamos cambiar nuestros hábitos para beneficiar nuestra salud.
¿Qué es la luz azul y qué tiene que ver con las pantallas?
Una de las preocupaciones antes mencionadas para las personas que usan pantallas regularmente
es el nivel de exposición a la luz azul. Existen evidencias para sugerir que la exposición a la luz azul durante la noche puede interferir con el sueño, tema que abordaremos más adelante en el artículo.
Los rayos de luz se clasifican en un espectro. Aquellos con longitudes de onda más largas tienen menos energía y aquellos con longitudes de onda más cortas tienen más energía. La luz azul tiene una longitud de onda muy corta y, por lo tanto, una mayor cantidad de energía.
Las pantallas digitales no son la única fuente de luz azul. La luz del sol emite un espectro de colores que incluye ondas de luz azul también.
Un estudio reciente ha sugerido que la sobrexposición a la luz azul podría dañar permanentemente células sensibles a la luz en el ojo, lo que conduce a condiciones tales como la degeneración macular. Sin embargo, se requiere más investigación en el área.
¿Deberíamos bloquear toda la luz azul?
No, ya que hacer esto podría generar efectos negativos. Existen evidencia científicas que sugieren que necesitamos cierto nivele de luz azul ya que mejora el humor, el nivel de alerta y contribuye a la regulación del ritmo circadiano. Por lo tanto, si tuviéramos que eliminarlo por completo podríamos crear otros problemas de salud.
¿Cómo afecta la luz azul al sueño?
La luz brillante del día (a menudo ondas azules) envía señales a nuestro cerebro para hacernos saber que es de día y que debemos estar despiertos. Los estudios han demostrado que mirar pantallas por la noche puede ralentizar o detener la producción de melatonina. La melatonina es una hormona que ayuda a mantener nuestro ritmo circadiano y nos ayuda a conciliar el sueño.
Aquellos que usan pantallas a la hora de acostarse pueden experimentar episodios de falta de sueño.
La falta de sueño puede afectar a nuestra salud en general y puede incluso contribuir al desarrollo de enfermedades como problemas de corazón, hipertensión, obesidad y diabetes.
Si tienes que usar un dispositivo con pantalla por la noche, entonces es conveniente realizar ajustes para reducir la cantidad de luz azul a la que te expones.
Algunos dispositivos digitales tienen una opción en ajustes donde puede ser modificado. También, es posible comprar unas gafas para bloquear la luz azul.
Siempre que sea posible deberías minimizar el tiempo que pasas mirando una pantalla durante la noche.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los problemas para dormir pueden ser debidos a varios factores y no solo la exposición a una fuente de luz digital. La estimulación mental causada por el acceso a páginas web, redes sociales y vídeos en streaming puede también contribuir a dormir mal.
Por lo tanto puede ser más beneficioso crear el hábito de limitar es uso de pantallas aproximadamente una hora antes de ir a dormir.
¿Por qué me duelen los ojos al final del día?
Las principales inquietudes con respecto a la salud relacionadas con el uso de pantallas digitales suelen derivarse de la cantidad de tiempo que pasamos mirando las pantallas y la proximidad de estas pantallas a nuestros ojos. Ambos tienen el potencial de causar fatiga visual digital.
La fatiga visual digital, la astenopía o la fatiga ocular pueden ocurrir cuando utilizamos dispositivos que requieren que miremos una pantalla por períodos prolongados. La afección generalmente no es grave y puede resolverse descansando los ojos.
Una combinación de factores puede contribuir a la causa de esta afección, incluido realizar un esfuerzo con poca luz, al completar actividades que exigen mucha concentración y exposición a la luz brillante o deslumbramiento.
Esta condición puede presentarse a través de un variado número de síntomas. Estos pueden incluir uno o varios de los siguientes:
- Sequedad ocular
- Exceso de lágrimas
- Visión doble o borrosa
- Ojos irritados
- Dolor de cabeza
- Dificultad para concentrarse
- Sensibilidad a la luz
- Dolor de cuello, espalda u hombros
La fatiga visual digital es una condición extremadamente común y un alto porcentaje de quienes usan ordenadores experimentan síntomas.
¿Cómo se puede evitar?
- Toma descansos.Asegúrate de que pasas tiempo sin mirar la pantalla. Intenta elegir actividades en las que te puedas relajar y descansar sin mirar la pantalla.
- Sigue la regla del 20-20-20. Cuando usas una pantalla asegúrate de pestañear con frecuencia. Cada 20 minutos mira algo en la distancia durante al menos 20 segundos.
- Atiende a chequeos regulares de la vista. Es importante cuidar de la salud de tus ojos tanto si usas pantallas de manera regular como si no. Los oftalmólogos pueden revisar su vista y recomendarle medidas para mantener la fatiga al mínimo
- Configura el entorno de tu pantalla. Usa pantallas en ambientes bien iluminados y cómodos. Las pantallas de los ordenadores deben configurarse de modo que estén aproximadamente a un brazo de distancia y el centro de la pantalla debe estar entre 10 y 15 grados por debajo de su nivel de los ojos. Asegúrese de que la pantalla esté lo suficientemente limpia y lo suficientemente brillante como para que la fuente de texto sea clara y lo suficientemente grande.
Si piensas que tu visión ha cambiado o está experimentando síntomas severos de fatiga visual digital pide cita con tu oftalmólogo.