Ha llegado esa época del año en la que la que los casos de gripe se multiplican.

Es difícil de determinar con qué frecuencia se da la gripe. Es casi imposible de estimar cuántos casos se dan cada año, ya que muchas personas optan por no acudir al médico y tratarse ellos mismo en casa.

Australia ha terminado su invierno y ha reportado el doble de casos que el año anterior. Las autoridades sanitarias han mostrado su preocupación sobre la temporada de gripe en el 2017, avisando a los profesionales sanitarios de mantener una máxima alerta.

Muchos casos pueden ser tratados en casa, con descanso y mucha hidratación. Sin embargo, para una parte de la población, la gripe puede ser una seria amenaza. Se estima que entre 2000 y 3000 personas mueren cada año en España debido a complicaciones relacionadas con la gripe.

Es imposible eliminar el riesgo de gripe por completo. Pero existen ciertos medidas que puedes tomar para reducir la exposición a la gripe.

Vacuna de la gripe

Cada año se crea una nueva partida de vacunas de la gripe para limitar el número de personas infectadas. Por desgracia, la vacuna para la gripe no tiene una efectividad del 100% ya que el virus puede ser provocado por numerosas cepas. Pero aún así puede ofrecer una gran protección.

La Seguridad Social ofrece de manera gratuita la vacuna de la gripe a todas aquellas personas que están en riesgo de desarrollar complicaciones, como:

  • Mayores de 65 años;
  • con una condición médica crónica como asma, enfermedades del corazón, riñón o pulmón.
  • mujeres embarazadas;
  • o personal sanitario.

Idealmente hay que ponerse la vacuna en el otoño (Entre Octubre y Noviembre) pero si no te la has puesto puedes contactar con tu médico para ver si es adecuado.

Higiene

El virus de la gripe se transfiere de una persona a otra a través de una gotitas que están infectadas. Éstas pueden ser expulsadas por el cuerpo a través de la tos, los estornudos o tocando superficies. Si tocamos una superficie contaminada con gotas infectadas, los gérmenes pasan a nuestras manos y posteriormente, de manera involuntaria, a nuestra nariz, boca u ojos.

Podría sorprenderte descubrir que las gotas de un estornudo humano pueden viajar hasta casi 8 metros. A continuación, los gérmenes pueden sobrevivir en algunas superficies hasta 24 horas.

Los estornudos y la tos deben ser cogidos con un pañuelo y depositados de manera inmediata en la basura. Si esto no es posible deben ser echados en la manga, para intentar limitar el contagio.

Para reducir el riesgo de propagación o contagio de la infección deberíamos:

  • Llevar todos los pañuelos posibles;
  • Lavar las manos de manera regular con agua y jabón;
  • Evitar tocar la cara de manera innecesaria;
  • Mantener las superficies limpias;
  • Evitar el contacto con personas infectadas.

Dieta

Es importante llevar una dieta equilibrada durante todo el año. Para que nuestro sistema inmunológico funcione de manera adecuada debemos comer alimentos variados, para que reciba las vitaminas y los minerales que necesita.

  1. Carbohidratos. los carbohidratos con almidón deberían constituir más de un tercio de nuestra dieta en general. Las variedades integrales son preferibles ya que también proporcionan una buena fuente de fibra.
  2. Frutas y vegetales. Incorporar al menos cinco porciones de frutas y vegetales al día en nuestra dieta.
  3. Pescado. Intentar incluir dos porciones de pescados a la semana (idealmente una de las porciones debe ser de pescado aceitoso como el salmón, la caballa o las sardinas).
  4. Grasa y azúcar. Limitar la cantidad de grasas saturadas y azúcar.
  5. Sal. Los adultos no deberían consumir más de 2-6 gramos de sal al día.
  6. Estar hidratado. Beber abundante cantidad de agua (o fluidos sin azúcar). Dos litros al día se considera una buena cantidad.

Ejercicio

Realizar ejercicio físico de manera regular es importante para nuestra salud y bienestar general, además los expertos creen que ayuda a potenciar el sistema inmunológico.

No se sabe demasiado sobre el papel que tiene el ejercicio físico a la hora de mantener el sistema inmunológico fuerte. Sin embargo, realizar ejercicio físico de manera regular puede reducir las probabilidades de desarrollar problemas de salud, como enfermedades del corazón o diabetes, que puede dejar el cuerpo más vulnerable a coger infecciones.

Elige un ejercicio físico que te divierta y que puedas realizar de manera regular. Un poco de ejercicio es siempre mejor que nada.

Dormir

Dormir los suficiente es vital para que nuestro cuerpo funcione de manera eficiente. Lo malos patrones de sueño pueden debilitar el sistema inmunológico, dejando al cuerpo con menos capacidad para defenderse de los virus cuando entra en contacto con ellos.

La mayoría de las personas adultas deberían intentar dormir entre siete y nueve horas al día.

Antivirales

El uso de antivirales, como Tamiflu o Relenza, se administran solamente bajo ciertas circunstancias. El médico puede decidir recetar un antiviral si piensa que existe un riesgo y es necesario.

Los antibióticos no se usan para tratar la gripe porque no funcionan contra los virus.

El médico podría llevar a cabo ciertas comprobaciones antes de recetar un tratamiento para la prevención de la gripe. Existen mayores probabilidades de que los receten si:

  • Hay muchos casos de gripe en esa zona;
  • La persona está dentro de un grupo de riesgo (como por ejemplo: personas con ciertas enfermedades o mujeres embarazadas);
  • Has estado recientemente en contacto con una personas que tiene los síntomas del virus de la gripe y puedes comenzar el tratamiento entre 36-48 horas;
  • No estás vacunado de la gripe o el médico piensa que no ha sido efectiva.

Si estás preocupado sobre la gripe y quieres saber más sobre cómo protegerte, habla con tu médico.