El verano es la época preferida del año de una gran mayoría por el buen tiempo y las vacaciones. Sin embargo, es habitual preocuparse más por el aspecto físico y recurrir a la tan conocida operación bikini unas semanas antes para estar listos y poder lucir perfectos en la playa o la piscina con familiares y amigos. No obstante, al contrario de lo que se suele creer, puede ser más fácil perder peso en verano que en invierno. En este artículo, explicaremos cuáles son las razones de ello y también veremos algunos consejos saludables para mantener la línea en época estival.

Razones por las que adelgazar en verano es más fácil

Según un estudio elaborado por los científicos de la Universidad de Georgia y el Massachusetts Medical School, la ingesta total de calorías disminuye alrededor de 200 calorías por persona durante los meses de verano. Además, otras de las razones por las que el verano es la mejor época del año para bajar de peso son:

  1. El apetito se reduce

Los expertos afirman que la sensación de hambre disminuye con el calor, puesto que el cuerpo intenta mantenerse fresco. Como todas las funciones del organismo generan calor, incluida la digestión, el cuerpo suprime el apetito para reducir su carga de trabajo. De esta forma, se tiende a comer menos y es más fácil sentirse saciado con una menor ingesta de alimentos.

  1. La alimentación cambia

En invierno, suele ser habitual optar por comidas elaboradas con alto contenido calórico, como guisos o cocidos, que contribuyen a digestiones más largas y pesadas. En cambio, durante la época estival se tiende a consumir platos ligeros y frescos, como ensaladas, gazpachos y sopas frías. Todos ellos contienen pocas grasas y son ricos en agua, por lo que resultan muy saludables y perfectos para bajar de peso.

  1. Hay una mayor variedad de frutas y verduras

Durante los meses de verano, es temporada alta de frutas como la sandía, el melón o las cerezas, y también de verduras como el tomate, el pepino o la berenjena. Los especialistas en nutrición recomiendan incluir la mayor variedad posible de ambas en la dieta, ya que contienen un alto contenido de agua, vitaminas y fibra. Además, es preferible consumirlas crudas debido a que se digieren rápidamente y son muy refrescantes.

  1. La sensación de sed aumenta

A diferencia del apetito, la sensación de sed aumenta durante la época estival. Por esta razón, es importante beber agua a lo largo del día y no esperar solo a tener sed, lo cual sería indicativo de las necesidades hídricas del cuerpo, puesto que cuando esto sucede supone que se ha perdido el 1 % del peso corporal en forma de agua. A su vez, como consecuencia de sudar más, se pierden sales minerales que se deben recuperar con la ayuda de otras bebidas como tés, batidos o jugos naturales.

  1. Se suele hacer más ejercicio

En vacaciones, es habitual pasar tiempo al aire libre y, por tanto, llevar un estilo de vida más activo que durante los meses de invierno. De esta forma, el gasto energético aumenta, lo que facilita la pérdida de grasa y contribuye a generar una mayor masa muscular. Asimismo, el buen tiempo y estar en contacto con la naturaleza favorecen el estado de ánimo, lo que es muy positivo para sentirse motivado y cumplir los objetivos.

Consejos para adelgazar en verano

Aunque bajar de peso en verano es más fácil que en invierno, en algunos casos es posible que la llegada del calor suponga dejar de lado una alimentación y hábitos saludables. Para evitarlo, los expertos en nutrición recomiendan seguir estas pautas:

  • Desayunar correctamente: el desayuno es, sin duda, la comida más importante del día. Una buena forma es optar por tomar lácteos o un zumo de fruta natural junto a un bol de cereales, preferiblemente integrales.

 

  • Mantenerse hidratado: es fundamental beber al menos 2 litros de agua al día, especialmente en verano. Además, es aconsejable hacerlo en pequeños sorbos y que el agua no esté demasiado fría para evitar un gran contraste con la temperatura del cuerpo.
  • Distribuir bien las comidas: siempre es mejor comer en pequeñas cantidades y hacer 5 o 6 comidas al día, en lugar de solo 3 comidas abundantes que pueden dificultar la digestión.
  • Elegir opciones saludables: se debe evitar el consumo de alimentos ricos en grasas y azúcares, y optar por opciones más sanas como zumos naturales, infusiones frías o helados a base de yogur desnatado.
  • Reducir el estrés: durante las vacaciones, es habitual estar relajado, lo que ayuda a tomarse las comidas con mayor tranquilidad. De esta forma, será más fácil tener una buena digestión y evitar picar entre horas, lo que permite cuidar la línea.

 

Ahora ya sabes por qué el verano es un buen momento para adelgazar y cuáles son los mejores hábitos para ponerlos en práctica, no solo en esta época sino durante todo el año. Recuerda que, si quieres perder peso, siempre es aconsejable consultar con un especialista en nutrición para que pueda recomendarte la dieta más adecuada para ti. ¡Cumple tus objetivos!