La epidemia de la obesidad afecta a todas a personas de todas las razas, estado socioeconómico, sexo y nacionalidad. Es un problema global que puede afectar a cualquier persona sin excepción.
Por lo tanto sería incorrecto sugerir que la obesidad es causada únicamente por nuestra composición genética.
Sin embargo, existen estudios que indican que nuestros genes tienen un papel importante en nuestro peso.
El incremento de los niveles de obesidad en España
El número de personas obesas en España ha aumentado en la últimas décadas. Actualmente cerca del 40 por ciento de la población adulta en España tiene sobrepeso.
Los cambios en la composición genética tardan muchos años en manifestarse. Consecuentemente una subida rápida de los niveles de obesidad no puede ser atribuida exclusivamente a la genética.
Existe un aumento del sedentarismo al igual que una mayor densidad de calorías en las comidas que forman parte de la dieta.
Sin embargo, no todas las personas sedentarias o que no siguen una dieta saludable serán obesas.
¿Qué hace que unas personas tengan más tendencia a tener sobrepeso?
Si miramos el peso corporal de la manera más simple, se puede decir que está determinado por una combinación de los siguientes aspectos:
- Cuántas calorías son consumidas
- Cuántas de estas calorías son almacenadas en el cuerpo
- Y cuántas de estas calorías con quemadas como combustible.
Estos tres factores pueden ser influenciados tanto por nuestros genes como por nuestro ambiente:
| Genes | Ambiente |
Calorías consumidas | Apetito, saciedad | Acceso a alimentos |
Calorías almacenadas | Distribución de la grasa corporal | Acceso a alimentos altos en calorías |
Calorías quemadas | Metabolismo, tendencia sedentaria | Acceso al ejercicio |
Mientras que los genes pueden jugar un papel relevante en la predisposición de una persona para convertir la comida en energía, distribuirla y almacernarla como grasa, existen también otros factores ambientales que debemos tener en cuenta.
Variantes genéticas
Los estudios sobre el genoma humano han seguido buscando variantes genéticas que puedan atribuirse a una enfermedad en particular. La obesidad es una de esas enfermdades complejas.
Un cambio de un minuto en la estructura del ADN se conoce como una variante genética o polimorfismo de un solo nucleótido y puede vincularse con las perspectivas de una enfermedad.
Variantes del gen de la obesidad han sido descubiertas en los cromosomas 16 y 18. Los portadores de los genes pueden tener un 20-30 por ciento más de riesgo de ser obesos.
En la mayoría de los casos, el control del peso no se limita a un tipo de gen (monogénico). Normalmente, está influenciado por una combinación compleja de genes (poligénicos) y factores ambientales.
¿Qué es la hipótesis del gen ahorrador?
La hipótesis del gen ahorrado se basa en la evidencia de nuestros antepasados sobrevivieron los tiempos del hambre mediante una evolución genética que permitía al cuerpo almacenar grasa de manera eficiente. La grasa almacenada era usada como combustible hasta que nuevos alimentos eran añadidos.
Aquellos que fueron capaces de sobrevivir a los periodos de falta de alimento pasaron su “gen ahorrador” a las siguientes generaciones.
Obviamente en la actualidad no necesitamos cazar y recolectar nuestros alimentos como en tiempos pasado. Por lo tanto la presencia de este gen es obsoleta, pero aún si sus efectos pueden permanecer en la manera en que almacenamos grasa en el cuerpo.
¿Qué control tienen nuestros genes sobre el peso?
Se piensa que más de 400 genes juegan un papel en el control de nuestro peso. Las regiones genéticas que se han identificado como contribuyentes al índice de masa corporal (IMC) se componen de una amplia sección transversal del genoma humano.
Nuestro mapa genético puede tener alguna influencia en lo siguiente:
- Niveles de apetito
- Metabolismo
- Saciedad
- Distribución de la grasa corporal
- Reacción psicológica a la comida
- Antojos de comida
- Tendencia al sedentarismo
La influencia que tus genes tengan en el peso pueden variar mucho de una persona a otra. Estudios sobre el tema han sugerido que el rango está entre el 25-80 por ciento.
¿Es posible saber si los genes están controlando el peso?
No. Por desgracia una respuesta definitiva a esta pregunta requeriría estudios de ADN excesivamente costosos. Sin embargo, existen algunos factores que pueden servir de indicadores:
- Tienes uno o más familiares directos con sobrepeso. Si tu padre y madre tienen sobrepeso entonces tu riesgo de obesidad puede incrementarse al 80 por ciento.
- Tienes dificultades para perder peso.
- tenido sobrepeso la mayor parte de tu vida.
Aquellos que se acercan a los criterios anteriores pueden tener más dificultades para mantener un peso saludable. En estas circunstancias sería recomendable consultar con un profesional de la salud.
Si bien es fácil suponer que la obesidad se da si existen antecedentes familiares, es muy raro que la enfermedad sea causada por culpa de un solo gen en específico. En cambio, es mucho más probable que las múltiples interacciones génicas, así como el ambiente en el que vivimos, desempeñen un papel importante.
El futuro de la genética y la obesidad
Comprender mejor el rol que los genes juegan en la obesidad es importante para mejorar los tratamientos y controlas la epidemia.
El desarrollo de estrategias terapéuticas más eficaces dependerán del conocimiento biológico de la enfermedad.
En el futuro, las estrategias de pérdida de peso podrían personalizarse para dirigirse a la variante genética específica del individuo. Esto les proporcionaría los medios más efectivos para revertir o evitar la obesidad.
La obesidad no es causada por un solo factor. Es importante recordar que el papel de la genética en el control del peso es pequeño y la predisposición hacia el aumento de peso debido a los genes no significa que la obesidad sea inevitable.
Si estás buscando perder peso entonces llevar una dieta equilibrada es normalmente un buen punto de partida. Sin embargo si estás experimentado problemas debes consultar con un profesional de salud. Si tu peso conlleva un serio riesgo para la salud, el médico puede recetar un medicamento para perder peso, para combinar con un programa de ejercicio físico controlado y una dieta saludable.